Cada vez más los consumidores están en busca de productos que estén alineados con su estilo de vida saludable, es por esto que las marcas están respondiendo con nuevas opciones de ingredientes naturales en sus productos.

A la fecha, el consumidor no solo exige productos naturales, sin aditivos ni conservadores, sino que también busca saber cómo, dónde, cuándo y quién ha producido los alimentos que ha encontrado en el anaquel. Además, el consumidor está exigiendo a las empresas un compromiso ético y sustentable. He ahí la necesidad por parte de las fábricas de alimentos de identificar claramente los ingredientes, el sistema de producción y las cadenas de suministro. Atendiendo a los requerimientos de los consumidores, la industria aumenta la confianza en sus marcas.

La industria de los snacks salados tiene un valor de $14,819.5 millones de dólares en Latinoamérica, según Mintel, México y Colombia son los mercados más destacados debido al alto consumo de snacks y al fuerte crecimiento del valor promedio. Chile y Brasil también ofrecen un potencial significativo a pesar de tener un menor consumo per cápita.

Existe una gran oportunidad para las marcas en ofrecer diversas experiencias en snacks, según una encuesta realizada por Mintel 46% de los encuestados entre las edades de 18-35 años y un 47% entre edades de 36-54 años, estarían dispuestos a probar nuevas propuestas en snacks, de todos los encuestados un 58% de ellos desearía que hubiera opciones más saludables en esta categoría ya que consideran que los snacks salados saludables dan a los consumidores una variedad más amplia para elegir.

Los snacks de proteína proveniente de semillas, leguminosas y vegetales se describen como un bocadillo ideal y saludable para aquellos que desean una dieta rica en proteínas vegetales en cualquier momento del día elaborados de acuerdo con siete estándares simples: Ingredientes limpios, sin conservantes agregados, 0 grasas trans, sin colorantes ni sabores artificiales. Este tipo de snacks son una alternativa saludable donde los contrastes de color pueden usarse para aumentar el atractivo visual del producto.